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jueves, 10 de mayo de 2012
Ordinario de la Misa: Viernes V Semana de Pascua. Ciclo B. 11 de Mayo, 201
Ordinario de la Misa: Viernes V Semana de Pascua. Ciclo B. 11 de Mayo, 2012
Señor, llena con tu gloria el mundo entero
Feria de Pascua: viernes de la 5a. semana
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor
Antífona de Entrada
Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, ajustar nuestra vida al misterio de la Pascua que celebramos llenos de gozo, a fin de que, alejados de veras del pecado y buscándote en todo a ti, el poder de Cristo resucitado nos proteja y nos salve.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechos
de los Apóstoles (15, 22-31)
En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros, de acuerdo con toda la comunidad cristiana, juzgaron oportuno elegir a algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Los elegidos fueron Judas (llamado Barsabás) y Silas, varones prominentes en la comunidad. A ellos les entregaron una carta que decía:
“Nosotros, los apóstoles y los presbíteros, hermanos suyos, saludamos a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia, convertidos del paganismo.
Enterados de que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, los han alarmado e inquietado a ustedes con sus palabras, hemos decidido de común acuerdo elegir a dos varones y enviárselos, en compañía de nuestros amados hermanos Pablo y Bernabé, que han consagrado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. Les enviamos, pues, a Judas y a Silas, quienes les transmitirán, de viva voz, lo siguiente:
‘El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponerles más cargas que las estrictamente necesarias. A saber: que se abstengan de la fornicación y de comer lo inmolado a los ídolos, la sangre y los animales estrangulados. Si se apartan de esas cosas, harán bien’. Los saludamos”.
Los enviados se despidieron y cuando llegaron a Antioquía, reunieron a la comunidad cristiana y les entregaron la carta. Al leer aquellas palabras alentadoras, todos se llenaron de júbilo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 56
Alabemos y cantemos
al Señor. Aleluya.
Dispuesto está mi corazón, Dios mío, para cantar tus alabanzas. Despiértate, alma mía, despiértense mi cítara y mi arpa, antes de que despunte el alba.
Alabemos y cantemos
al Señor. Aleluya.
Tocaré para ti ante las naciones, te alabaré, Señor, entre los pueblos, pues tu lealtad hasta las nubes llega y tu amor es más grande que los cielos. Levántate, Señor, en las alturas y llena con tu gloria el mundo entero.
Alabemos y cantemos
al Señor. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (15, 12-17)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Una de las grandes problemáticas que sufre actualmente la Iglesia es la ruptura entre vida y fe, entre lo que decimos creer y lo que en realidad hacemos. Esta situación es provocada por la incomprensión del criterio fundamental de la fe cristiana: la vivencia del mandamiento del amor. Para Juan es importante la práctica del amor fraterno dentro de la comunidad de discípulos, ya que es la manera real de vivir plenamente la fe; por ello Jesús mismo se pone como ejemplo de vida (“como yo les he amado”); él es el modelo del amor perfecto, del amor desmedido y entregado por la humanidad. Este amor desbordante, que es criterio de vida para la comunidad, exige comprender de una manera distinta al ser humano y a la naturaleza, pasando de una relación de poder (amo-siervo) a una relación íntima de amistad (amigo-amigo), en la que existe el conocimiento del otro, el apasionamiento por la realidad de mi semejante, hasta el punto de ser capaz de entregar todo por la vida y el bienestar del otro (Cfr. v.13). La vida y la fe se vinculan cuando verdaderamente asumimos en libertad la experiencia del amor; si somos conscientes de ello, la vida de la Iglesia tendrá sentido en el mundo.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, estos dones que hemos preparado para el sacrificio eucarístico, y transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Pascua III
Cristo vive por siempre e
intercede por nosotros
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra pascua fue inmolado.
Porque continuamente se ofrece por nosotros e intercede por todos ante ti el que, inmolado en la cruz, venció a la muerte y, una vez muerto, vive para siempre.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno
de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Cristo, que murió en la cruz, ha resucitado ya y nos ha redimido.
Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya y en la cual hemos participado, nos una cada vez más con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.com
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