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jueves, 8 de noviembre de 2012

Ordinario de la Misa: XXXI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Sábado 10 de noviembre 2012

Ordinario de la Misa: XXXI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Sábado 10 de noviembre 2012 San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia Memoria Dichosos los que temen al Señor Antífona de Entrada El Señor lo eligió sumo sacerdote de su pueblo y derramó sobre él toda clase de bendiciones. Oración Colecta Oremos: Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por la intercesión del Papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. Primera Lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses (4, 10-19) Hermanos: Me he alegrado mucho en el Señor de que el interés de ustedes por mí se haya vuelto a manifestar. No es que no lo tuvieran, sino que les había faltado la ocasión de ayudarme. Y no se lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a conformarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en pobreza y también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza. Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme cuando me vi en dificultades. Ustedes saben, filipenses, que al comenzar a predicar el Evangelio, cuando salí de Macedonia, ninguna comunidad cristiana, fuera de ustedes, me brindó una ayuda económica a cambio de lo que habían recibido de mí. Pues, incluso cuando estaba en Tesalónica, en más de una ocasión me enviaron ayuda para aliviar mis necesidades. No es que yo busque sus donativos; lo que me importa es que ustedes se hagan cada vez más ricos ante Dios. Tengo cuanto necesito y más de lo que necesito. Tengo de sobra con lo que Epafrodito me entregó de parte de ustedes, y que es para Dios ofrenda y sacrificio que él acepta con agrado. Y mi Dios, con su infinita riqueza, remediará con esplendidez todas sus necesidades, por medio de Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 111 Dichosos los que temen al Señor. Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes: Dios bendice a los hijos de los buenos. Dichosos los que temen al Señor. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás se desviarán: vivirá su recuerdo para siempre. Dichosos los que temen al Señor. Firme está y sin temor su corazón, al pobre dan limosna, obran siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. Dichosos los que temen al Señor. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Lucas (16, 9-15) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero”.Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: “Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: La expresión “dinero sucio” tiene en nuestra época el significado de riqueza mal adquirida o de enriquecimiento ilícito. Sin embargo, el evangelio no habla de esto, sino del dinero como tal. En la época de Jesús la moneda se consideraba sucia porque había pasado por muchas manos y había entrado en contacto con muchas impurezas. Además, porque se convertía en medio para despojar a las personas de su trabajo, ya por los salarios indebidamente retenidos o por los cambios desventajosos entre la moneda nacional y la extranjera a los que los pobres eran sometidos constantemente, para pagar los impuestos del Imperio o del Templo. La enseñanza de Jesús considera que el dinero es sucio no porque se contamine en la mano de los extranjeros o en el contacto con sustancias impuras, sino porque se utiliza para diferenciar a las personas por su abundancia o carencia. Esa diferenciación de personas hace que una minoría tenga todo el poder y todas las oportunidades y que la mayoría tenga todas las obligaciones y desventajas. Frente al sucio dinero, Jesús opone la honestidad, que garantiza la justicia, porque el dinero es un fetiche o ídolo que representa los valores dominantes en una sociedad basada en el lucro injustificado, la codicia y el afán de dominio. Oración sobre las Ofrendas Por este sacrificio eucarístico que vamos a ofrecerte, ilumina, Señor, a tu Iglesia, para que nuestros pastores, guiados siempre por tu amor, puedan conducirnos por el camino del bien. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio de los santos Pastores Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san León Magno, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión. Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo... Antífona de la Comunión El Buen Pastor da la vida por sus ovejas. Oración después de la Comunión Oremos: Señor, tú que alimentas a tu Iglesia con el pan de la vida, guíala con la fuerza de tu amor, para que pueda vivir y crecer en libertad y mantenerse fiel a tu Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

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