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domingo, 24 de julio de 2011

Evangelio del Lunes XVII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 25 de julio 2011

Evangelio del Lunes XVII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 25 de julio 2011
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 20,20-28
Gloria a ti, Señor
Mi cáliz lo beberéis
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre."
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús
Reflexión:
El mensaje de fondo de este texto radica en saber que los modelos políticos no son ejemplos adecuados para la construcción del Reino en la vida de los seres humanos. Jesús presenta un modelo distinto del acaecer del Reino en la historia, el modelo del servicio gratuito. Jesús no cede a la propuesta de la madre de los Zebedeos, aunque estos tomen parte en la pasión del Señor; pero una cosa es clara: el Reino pertenece al Padre. La indignación de los demás discípulos lleva al Maestro a juntarlos a todos y a explicarles las verdaderas implicaciones del discipulado, la manera de reinar Dios no es como el de los poderosos y de los delimitadores de las conciencias, sino justamente lo contrario: Servir con amor, ayudando a los demás a realizarse como seres humanos. El verdadero reinar pasa ineludiblemente por el servicio desinteresado, hasta asumir las últimas consecuencias, compartiendo incluso el mismo destino de Jesús. El privilegio dentro de la propuesta de Jesús no es la del poder por el poder, sino la de la solidaridad apasionada que construye igualdad.

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