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viernes, 30 de diciembre de 2011

Evangelio del Sábado Infraoctava de Navidad. Ciclo B. 31 de diciembre, 2011

Evangelio del Sábado Infraoctava de Navidad. Ciclo B. 31 de diciembre, 2011
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (1, 1-18)
Gloria a ti, Señor.

En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. El era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
El no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: “A éste me refería cuando dije: ‘El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo’ ”.
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Hoy acaba un año, y es preciso que demos gracias a Dios por la vida que sigue siendo posible a pesar de las múltiples adversidades. Que sea la bendición de Dios la que colme hoy y siempre nuestro ser, nuestras familias y comunidades; que, hecho el balance de fin de año, seamos capaces de ver el paso de Dios por nuestra historia.
En el evangelio de Juan, hoy encontramos una clara referencia al origen de Jesús, al origen de todo cuanto existe. La palabra creadora de Dios, la que ha existido siempre es la fuente inagotable de la vida, de ella proviene todo.
Dios quiere una humanidad fundada en el proyecto de la Luz; consciente de las tinieblas que habitan el mundo, pero decidida a luchar contra ellas con un proyecto de amor, de justicia, de solidaridad. Hoy, cuando se confirma el fracaso de las estructuras capitalistas que parecían tener la formula para el progreso humano. Ese modelo de intereses oscuros ha fracasado, pero no así la esperanza de los pobres; por eso, la nueva humanidad debe orientar su esperanza hacia Jesús y su proyecto de justicia, de igualdad, de amor y de perdón.

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