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lunes, 26 de diciembre de 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles Infraoctava de Navidad. Ciclo B. 28 de Diciembre, 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles Infraoctava de Navidad. Ciclo B. 28 de Diciembre, 2011
Santos Inocentes, mártires
Fiesta
Bendito sea el Señor
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos
Antífona de Entrada
Los niños inocentes murieron por Cristo; ahora siguen al Cordero sin mancha, cantando:
Gloria a ti, Señor.
Se dice Gloria.

Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo con nuestros labios, sino, más bien, con nuestra conducta diaria.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Lectura de la primera carta del
apóstol san Juan (1, 5—2, 2)
Queridos hermanos: Este es el mensaje que hemos escuchado de labios de Jesucristo y que ahora les anunciamos: Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad.
Si decimos que estamos con Dios, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no vivimos conforme a la verdad. Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos ningún pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si, por el contrario, confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos purificará de toda maldad.
Si decimos que no hemos pecado, hacemos pasar a Dios por mentiroso y no hemos aceptado verdaderamente su palabra.
Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 123
Nuestra vida se escapó
como un pájaro de la trampa
de los cazadores.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los hombres nos asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego de su cólera.
Nuestra vida se escapó
como un pájaro de la trampa
de los cazadores.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera llegado al cuello, un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el Señor, que no nos hizo presa de sus dientes.
Nuestra vida se escapó
como un pájaro de la trampa
de los cazadores.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra ayuda nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Nuestra vida se escapó
como un pájaro de la trampa
de los cazadores.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos, a ti nuestra alabanza. A ti, Señor, el ejército glorioso de los mártires te aclama.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (2, 13-18)
Gloria a ti, Señor.
Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.
José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías: En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Hoy en la Iglesia celebramos la memoria de los santos inocentes y oramos por todos los ser humanos que han entregado su vida en la lucha por alcanzar un mundo más justo, más humano, más acorde al plan de Dios.
En el evangelio encontramos una clara manifestación de la reacción del poder, representado en Herodes, que ve una amenaza en Jesús, un niño de quién se ha dicho será rey y librará a Israel de toda opresión. Sin embargo, el texto tiene una carga simbólica mayor; identifica a Jesús con Moisés, que también desde su nacimiento fue perseguido, tanto que el Faraón mandó matar a todos los niños menores de dos años por miedo a una revuelta popular de esclavos. Jesús es el nuevo Moisés, nacido para liberar y para confrontar todo tipo de poderes opresores.
El relato también revela de manera simbólica la muerte de muchísimos cristianos, en esos primeros siglos, a manos del poder imperial. Y es que tales poderes no han tenido otra forma de imponerse más que la fuerza, la mentira y la tiranía.
También en la Iglesia y en nuestra sociedad son muchos los santos inocentes que han ofrendado su vida al servicio de Reino de Dios: Hagamos memoria de todos los mártires del mundo.

No se dice Credo.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Oremos a Dios que dio la palma del martirio a un grupo de niños que aún no eran capaces de confesarlo con sus labios y digámosle:
Te lo pedimos, Señor.
Por los cristianos del Tercer Milenio: para que con la entrega generosa de nuestras vidas demos testimonio de nuestra fe en Jesús.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por el Papa, los obispos y los sacerdotes: para que iluminen al mundo con la claridad de Cristo y para que, permaneciendo unidos a Él, manifiesten su misericordia y su perdón.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por nuestros gobernantes y legisladores: para que promuevan el respeto a la vida y garanticen los derechos de los niños no nacidos y de todos los ciudadanos.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por los que quitan la vida a sus hermanos por la violencia, el aborto o la explotación: para que se les anuncie la buena noticia que nos trajo Jesús y convirtiéndose a Él cambien de vida.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por los que sufren injustamente a causa del egoísmo de sus hermanos: para que el Señor los salve y encuentren en Él su auxilio y consuelo.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.
Por nosotros, que hemos acogido a Dios hecho niño: para que su ternura nos haga más sensibles a las necesidades de nuestros hermanos y para que lo sirvamos en los más pobres y necesitados.
Oremos.
Te lo pedimos, Señor.

Celebrante:
Oh Dios, que salvas la vida de los fieles y nos anuncias tu amor y tu perdón; escucha las oraciones que te presentamos en la fiesta de los Santos Inocentes, y haz que nos entreguemos a Ti totalmente hasta dar nuestra vida por amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos con amor y, por este sacrificio de salvación, con el que redimes aun a los que no te conocen, purifícanos de nuestros pecados.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio de Navidad I
Cristo es luz
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor, para que, conociendo a Dios visiblemente, Él nos lleve al amor de lo invisible.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de la Comunión
Ellos son los rescatados como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero; ellos son el cortejo del Cordero adondequiera que vaya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Dios nuestro, que en virtud del nacimiento de Cristo otorgaste a los santos Inocentes el premio de la gloria, concédenos, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, participar abundantemente de tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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