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viernes, 24 de diciembre de 2010

Santoral del 25 de diciembre. El Nacimiento del Niño Dios


NAVIDAD del SEÑOR
Cantamos con el himno de I Vísperas de esta fiesta:
“Hoy nace el sol divinal
de la Virgen sin mancilla;
hoy el eternal se humilla
y se hace hombre mortal.

Hoy la reina celestial
pare al rey del firmamento,
sin recibir detrimento
su pureza virginal.

Adórote, Verbo eterno,
Hijo del muy alto Padre,
nacido de pobre madre
en la yema del invierno.

Gracias te doy, Niño tierno,
pues con tu divinidad
juntaste mi humanidad,
por librarme del infierno. Amén”
Ha llegado la plenitud de los tiempos, las semanas anunciadas por el profeta Daniel. Los ángeles lo anunciaron a los pastores: "Os anuncio una gran alegría para vosotros y para todo el pueblo: cerca de aquí, en la ciudad de David, acaba de naceros un Salvador, el Cristo, el Señor". A esta inmensa alegría se suman también los cielos y los aires, ya que desde allí se oye el sublime cántico: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres a quienes Dios ama".
Este día divide toda la historia de la humanidad en dos mitades: Hasta él y desde él. Cristo es el eje de la historia de toda la humanidad y para todos los tiempos. Es la Buena Noticia por excelencia. Por ello el mundo, por los siglos de los siglos, sólo podrá corresponder a tanto amor y benevolencia de parte de Dios, celebrando esta reina de las fiestas con inmenso amor y gratitud. El Hijo de Dios se hace hijo de mujer para hacer al hijo del hombre hijo de Dios.
Las palabras tan profundas de San Juan tienen cumplimiento este día: "En el principio estaba el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios... Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros". Ha llegado la plenitud de los tiempos, de la que habla San Pablo, y el Hijo de Dios quiso nacer de Mujer, y esta Mujer era María.
El himno del Oficio de Lecturas de este día canta los efectos de esta Venida, de este Nacimiento tan singular:.
"De un Dios que se encarnó muestra el misterio
la luz de Navidad.
Comienza hoy, Jesús, tu nuevo imperio
de amor y de verdad.

El Padre eterno te engendró en su mente
desde la eternidad,
y antes que el mundo, ya eternamente,
fue tu natividad.

La plenitud del tiempo está cumplida;
rocío bienhechor
baja del cielo, trae nueva vida
al mundo pecador.

¡Oh santa noche! Hoy Cristo nacía
en mísero portal;
Hijo de Dios, recibe de María
la carne del mortal.

Este Jesús en brazos de María
es nuestra redención;
cielos y tierra con su abrazo unía
de paz y de perdón.

Tú eres el Rey de paz, de ti recibe
su luz el porvenir;
ángel del gran Consejo, por ti vive
cuanto llega a existir.

A ti, Señor, y al Padre la alabanza,
y de ambos al Amor.
Contigo al mundo llega la esperanza;
a ti gloria y honor. Amén. "

El cristiano hoy debe saltar de alegría. Debe ser generoso. Nadie debiera hoy pasar hambre ni tener sed. Debiera desaparecer la guerra, el odio, el terrorismo, el pecado, la maldad del corazón del hombre. Ante un Niño que a la vez es Dios sólo cabe la postura de clavarse de rodillas y decirle: Te amo, perdóname. Lo viene así a cantar el precioso himno de Laudes: "Hermanos, Dios ha nacido, desde un pesebre. Aleluya. Hermanos, cantad conmigo: «Gloria a Dios en las alturas» . ...Hoy mueren todos los odios, y renacen las ternuras... El corazón más perdido, ya sabe que alguien le busca . ...El cielo ya no está solo, la tierra ya no está a oscuras".
¡Alegría, hermanos, hoy es Navidad! Siempre que hagamos algo bueno... ¡Es Navidad! Que lo sea todos los días de nuestra vida.

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