Buscar este blog

lunes, 3 de enero de 2011

Evangelio del Martes II Semana de Navidad. Ciclo A. 4 de enero 2011

Evangelio del Martes II Semana de Navidad. Ciclo A. 4 de enero 2011.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (6, 34-44)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, al desembarcar Jesús, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando, y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos y le dijeron: “Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despide a la gente para que vayan por los caseríos y poblados del contorno y compren algo de comer”. El les replicó: “Denles ustedes de comer”. Ellos le dijeron: “¿Acaso vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?” El les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver”. Cuando lo averiguaron, le dijeron: “Cinco panes y dos pescados”.
Entonces ordenó Jesús que la gente se sentara en grupos sobre la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo, bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados.
Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado que recogieron llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
La actitud que caracteriza y fundamenta la vida y misión de Jesús es la compasión. Esta actitud se comprende como un sentir, en lo más íntimo del corazón, la miseria y el dolor humano, conduciendo así a la persona a un compromiso amoroso con los que sufren cualquier tipo de injusticia o marginación. La multiplicación de los panes relatada en este evangelio expresa de manera simbólica la misión a la cual está llamado Jesús: ser pastor de todos aquellos que se sienten oprimidos y violentados; es decir, conducir al pueblo de Dios por caminos que conduzcan a la vida. De igual forma, este gesto hace presente el amor y la misericordia que tiene Dios por el pueblo hambriento y desesperanzado, y nos muestra de manera clara la idea de cómo es el reino de Dios, concebido como un gran banquete presidido por el Mesías, en el que los pobres serán los invitados de honor. Esta multiplicación hace presente desde ya rasgos fundamentales de la Eucaristía, especialmente como celebración anticipada del reinado de Dios; es decir, como celebración de una vida fundamentada en la solidaridad y la compasión con los más necesitados, a la que todos los creyentes estamos invitados a asumir como actitud normal de vida.

No hay comentarios: