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jueves, 20 de enero de 2011

Solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia. Lectuas Biblicas. 21 de enero 2011

Solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia
Lecturas bíblicas
1ªL: Isaías 7,10-15. La joven muchacha da a luz al Emmanuel
Yavé se dirigió otra vez a Ajaz, por medio de Isaías, para decirle: “Pide a Yavé, tu Dios, una señal, aunque sea en las profundidades del lugar oscuro, o en las alturas del cielo.” Respondió Ajaz: “No la pediré, porque no quiero poner a prueba a Ya¬vé.”
Entonces Isaías dijo: “¡Oigan, herederas y herederos de David! ¿No les basta mo¬lestar a todos y todas, que también quieren cansar a Dios? El Señor, pues, les dará esta señal: La muchacha está embarazada, y da a luz un varón a quien le pone el nom¬bre de Emmanuel. El niño, luego, se alimenta de leche cuajada y miel hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno”.
Palabra de Dios
Te Alabamos Señor
Cántico:
Lc 1,46-56: El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.

* Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios que me salva, porque quiso mirar la condición humilde de su escla¬va, en adelante todos los hombres dirán que soy feliz.
R. El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.
* En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí, reconozcan que Santo es su Nombre que sus favores alcanzan a todos los que le temen y prosiguen en sus hijos. Su brazo llevó a cabo hechos heroicos, arruinó a los soberbios con sus maquinaciones.
R.El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.
* Sacó a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los humildes; repletó a los hambrientos de todo lo que es bueno y despidió vacíos a los ricos.
R. El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.
• De la mano tomó a Israel, su servidor, demostrándole así su misericordia. Esta fue la promesa que ofreció a nuestros padres y que reservaba a A¬brahán y a sus descendientes para siempre.
R. El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.
2ªL: Gálatas 4,1-7. Dios envió a su Hijo para liberarnos
Hermanas y hermanos: Escúchenme: en una casa, el hijo ya es dueño de todo, pero mien¬tras es niño, en nada se diferencia del esclavo. Está sometido a quienes lo cuidan y se encargan de sus asuntos hasta la fecha fijada por su padre. Lo mismo nosotros pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las fue¬rzas y principios que rigen al mundo. Pero, cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, el cual nació de mujer y fue sometido a la Ley, con el fin de rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que así lle¬gáramos a ser hijos adoptivos de Dios. Ustedes ahora son hijos; por esta razón Dios mandó a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abba! o sea: ¡Papá! Así, pues, ya no eres esclavo, sino hijo, y tuya es la herencia por gracia de Dios.
Palabra De Dios
Te Alabamos Señor
3ª Ev: Lucas 1,26-38. Hágase en mí según tu Palabra
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven muchacha que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazaret, y que era prometida de José, de la familia de David. Y el nombre de la Virgen era María.
Entró el ángel a su presencia y le dijo: "Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo". Estas palabras la impresionaron muchísimo y se preguntaba qué querría decir ese saludo.
Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande, y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de David, su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás".
María entonces dijo al ángel: “¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?”
Contestó el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel: en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la que no podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del embarazo; porque para Dios nada es imposible.”
Dijo: María: “Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has di¬cho.” Después de estas palabras el ángel se retiró.
Palabra del Señor
.Gloria A Ti Señor Jesús

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