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lunes, 12 de diciembre de 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles III Semana de Adviento. Ciclo B. 14 de Diciembre, 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles III Semana de Adviento. Ciclo B. 14 de Diciembre, 2011
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia
Memoria
Escucharé las palabras del Señor
Antífona de Entrada
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual, el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que inspiraste a san Juan de la Cruz un espíritu de total abnegación por amor a Cristo crucificado, concédenos, por su intercesión, el valor de renunciar a nuestro egoísmo, para compartir la gloria de tu Hijo, que vive y reina contigo.
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Isaías (45, 6-8. 18. 21-25)
“Yo soy el Señor y no hay otro.
Yo soy el artífice de la luz y el creador de las tinieblas, el autor de la felicidad y el hacedor de la desgracia; yo, el Señor, hago todo esto. Dejen, cielos, caer su rocío y que las nubes lluevan al justo; que la tierra se abra y haga germinar al salvador y que brote juntamente la justicia.Yo,el Señor, he creado todo esto”.
Esto dice el Señor, el que creó los cielos, el mismo Dios que plasmó y consolidó la tierra; él no la hizo para que quedara vacía, sino para que fuera habitada: “Yo soy el Señor y no hay otro. ¿Quién fue el que anunció esto desde antiguo? ¿Quién lo predijo entonces? ¿No fui yo, el Señor? Fuera de mí no hay otro Dios. Soy un Dios justo y salvador y no hay otro fuera de mí.
Vuélvanse a mí y serán salvados, pueblos todos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay otro. Lo juro por mí mismo, de mi boca sale la verdad, las palabras irrevocables: ante mí se doblará toda rodilla y por mí jurará toda lengua, diciendo:
‘Sólo el Señor es justo y poderoso’.
A él se volverán avergonzados todos los que lo combatían con rabia. Gracias al Señor, triunfarán gloriosamente todos los descendientes de Israel”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 84
¡Dejen, cielos, caer su rocío
y que las nubes lluevan al justo!
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
¡Dejen, cielos, caer su rocío
y que las nubes lluevan al justo!
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.
¡Dejen, cielos, caer su rocío
y que las nubes lluevan al justo!
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.
¡Dejen, cielos, caer su rocío
y que las nubes lluevan al justo!

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Levanta tu voz para anunciar la buena nueva: ya viene el Señor, nuestro Dios, con todo su poder.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (7, 19-23)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?” Cuando llegaron a donde estaba Jesús, le dijeron: “Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro”.
En aquel momento, Jesús curó a muchos de varias enfermedades y dolencias y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Después contestó a los enviados: “Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Dichoso el que
no se escandalice de mí”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Unos discípulos de Juan visitan a Jesús y le preguntan si él es quien tenía que venir o deben esperar a otro. Ante esta pregunta, Jesús no hace ningún discurso; sencillamente involucra a los enviados, los hace testigos, los invita a escuchar y a ver cómo los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y a los pobres se les anuncian buenas noticias. Esa es la respuesta más contundente.
El centro del relato está en las acciones de Jesús como liberador de toda opresión y exclusión; sin embargo, el papel de Juan es muy importante. Él es el precursor de Jesús, pero no está seguro de que así lo sea; por eso manda a preguntar; lo que permite pensar que los proyectos proféticos se mantenían firmes frente a la permanente amenaza de los poderosos, aunque en cualquier momento podían hacerlos desparecer, como lo hicieron con Juan y lo estaban planeando con Jesús. Una vez más Jesús demuestra la naturaleza del proyecto de Dios, que es vida digna y abundante para quienes se les ha arrebatado toda posibilidad de vivir. No se trata aquí de un gran movimiento político, sino de una nueva forma de ser fundada en la fe y en la solidaridad con quienes más lo necesitan.
Hoy como ayer la vida es amenazada, la dignidad es arrebatada y se necesita demostrar con acciones de amor que otro mundo es posible.

Oración sobre las Ofrendas
Oremos:
Acepta, Señor, con bondad, los dones que te presentamos en esta festividad de san Juan de la Cruz, y concede a quienes celebramos hoy el memorial de la pasión de Cristo, aprender a sacrificarnos por nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Santos
Pastores
Los santos pastores siguen
presentes en la Iglesia
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san Juan de la Cruz, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión. Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de la Comunión
Si alguno quiere venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que ayudaste a san Juan de la Cruz a vivir el misterio de la pasión de tu Hijo, concédenos que este sacrificio que hemos celebrado nos impulse a seguir con fidelidad a Cristo y a trabajar en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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