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lunes, 23 de enero de 2012

Evangelio del Martes III Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 24 de Enero, 2012

Evangelio del Martes III Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 24 de Enero, 2012
Lectura del Santo Evangelio, según San Marcos 3,31-35
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre."
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús
Comentario:
Seguir a Jesús significa aprender a obedecer a Dios. Y obedecer a Dios significa desandar muchos aprendizajes que han forjado nuestra vida. Los parientes de Jesús se rigen por la costumbre. Son personas muy religiosas, pero que piensan como todos los vecinos: que eso de anunciar el evangelio a los pobres es un asunto de los profesionales de la religión. Es decir, que ser sabio, profeta o consagrado es una tarea de un selecto grupo de élite y que quienes se atrevan a cambiar esa costumbre son locos o por lo menos hijos desobedientes. Jesús es plenamente consciente de esta limitación de su cultura y, en general, de casi toda cultura. Por eso decide escuchar primero a Dios y discernir su voluntad para decidir en libertad. Cierta gente de espíritu maligno, sus adversarios y hasta su familia intentan sacarlo de la familia del Reino que él está inaugurando con sus palabras y acciones. Él sabe cuál es su centro e invita a quienes lo buscan a buscar ese centro por medio de la escucha de la palabra de Dios y del discernimiento de su voluntad.
¿Queremos ser los hermanos y hermanas de Jesús que lo escuchan con atención o preferimos quedarnos afuera?

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