Evangelio del Viernes después de Ceniza. Ciclo A. 11 de marzo 2011.
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (9, 14-15)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?” Jesús les respondió:
“¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
En la Biblia el noviazgo representa la alianza de amor de Dios con su pueblo. Pero el pueblo elegido para dar testimonio del amor universal y misericordioso de Dios dejó plantado al Novio (Yahvé) y se casó con un culto de ayunos y ritos vacíos de liberación y lleno de leyes opresoras para los más débiles. Ahora está de nuevo el Novio (Jesús) con una nueva oferta de misericordia y gratuidad. La comunidad mesiánica, compuesta por hombres y mujeres marginados, está de fiesta. ¿Cómo pueden los líderes religiosos ser tan insensibles ante la alegría de los pobres y pecadores, que han descubierto que, en Jesús, Dios mismo ha salido a buscarles como ovejas perdidas y les ha sentado a su mesa para devolverles la dignidad y la autoestima que la Ley excluyente del Templo les había robado? ¿Cómo no ven la gratuidad que se derrama como un vino nuevo sobre sus corazones, resecos por la soledad y el aislamiento? ¿Cómo quieren que haya ayuno, si el Reino está floreciendo entre sus manos? -- Y nosotros, ¿cómo andamos de sensibilidad para acoger a quienes son excluidos en nuestra iglesia y en nuestra sociedad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario