Evangelio del Viernes XXVI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 30 de septiembre, 2011
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 13-16)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza.
Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo”.
Luego, Jesús dijo a sus discípulos: “El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
En el momento en que Jesús decide entrar en Jerusalén, siente el rechazo en la ciudad de Samaria y se retira a otro poblado… Ahora lo encontramos hablando a las ciudades; en particular se dirige a Corozaín y Betsaida, ciudades de la provincia de Galilea cercanas al lago de Tiberíades.
Hasta ahora Jesús ha estado en la periferia; su predicación y misión iban dirigidas a quienes lo habían seguido en su itinerario.
Así mimo, hace referencia a Tiro y Sidón, ciudades paganas en el extremo norte, en territorio fenicio; ciudades que no profesaban la fe en el Dios proclamado por Jesús, y que fueron testigos de la misericordia comunicada por Jesús.
La comparación es de dos en dos: si en Tiro y Sidón hubieran ocurrido los hechos acontecidos en Corozaín y Betsaida, hace tiempo hubieran aceptando el Reino.
Jesús habla de un juicio, concepto conocido e interiorizado por los judíos. Ese juicio será más ligero para las ciudades paganas que para quienes han visto actuar a Jesús en nombre de Dios Padre.
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