Buscar este blog

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ordinario de la Misa: Jueves XXVI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 29 de Septiembre, 2011

Ordinario de la Misa: Jueves XXVI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 29 de Septiembre, 2011
Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Fiesta
Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles
Antífona de Entrada
Angeles del Señor, bendecidlo; vosotros, los poderosos ejecutores de sus órdenes, los que estáis prontos a obedecer su palabra, bendecid al Señor.
Se dice, Gloria.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso, que con providencia admirable has confiado a los ángeles y a los hombres su misión particular, haz que quienes te sirven constantemente en el cielo nos protejan siempre en la tierra.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Daniel (7, 9-10. 13-14)
Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve y sus cabellos, blancos como lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas encendidas. Un río de fuego brotaba delante de él. Miles y miles lo servían, millones y millones estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y se abrieron los libros.
Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia.
Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 137
Te cantaremos, Señor,
delante de tus ángeles.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
Te cantaremos, Señor,
delante de tus ángeles.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor.
Te cantaremos, Señor,
delante de tus ángeles.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa.
Te cantaremos, Señor,
delante de tus ángeles.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Que bendigan al Señor todos sus ejércitos, servidores fieles que cumplen su voluntad.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (1, 47-51)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: “Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez”.
Natanael le preguntó:
“¿De dónde me conoces?”
Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera”.
Respondió Natanael:
“Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”. Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
Los encuentros personales de Jesús con personas particulares, como es el caso de Natanael, llaman la atención desde varias dimensiones y por tanto nos ayudan a reforzar la idea central que desarrolla Jesús, la formación de sus discípulos para el Reino.
La presencia de Natanael ante Jesús trae como resultado un gran elogio por parte del maestro: “Ahí tienen un israelita de verdad, sin falsedad”, Natanael, un tanto sorprendido, le pregunta a Jesús de qué le conoce. Y la repuesta de Jesús: “Antes de que Felipe te llamara, te vi”.
Natanael reconoce en Jesús al Hijo de Dios y éste, a su vez, reconoce en Natanael a un hombre apto para el Reino de Dios. Israelitas de verdad y sin falsedad, ellos serán la tierra fecunda donde los frutos del Reino crecerán.
Juan nos presenta este pasaje evangélico en forma de diálogo directo. Jesús habla para Natanael y para todos los que han venido a escucharle. La confianza de Jesús en el discípulo y la profesión de fe del discípulo en Jesús son como dos caras de una misma moneda. Jesús propone este dinamismo nuevo antes del ingreso a la ciudad, donde ocurrirá su muerte.

Oración de los Fieles
Celebrante:
Presentemos a Dios nuestras oraciones y dejemos que suban hasta su presencia por manos de sus Santos Arcángeles y digamos:
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por la Iglesia del Tercer Milenio: para que los ángeles de Dios la guarden en su peregrinación por este mundo.
Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por el Papa y los pastores del Pueblo de Dios: para que sean auténticos y fieles mensajeros suyos para todos los hombres.
Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por los gobernantes y los que tienen poder y capacidad de decisión en nuestro mundo: para que sean dóciles a la ley inscrita en sus corazones y promuevan la justicia, el bien y la paz.
Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por los que se sienten tentados o atribulados: para que la ayuda de los mensajeros de Dios los sostengan para no sucumbir.
Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por los agonizantes: para que los Santos Arcángeles los acompañen en la hora de la muerte y los lleven a contemplar el rostro de Dios.
Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.
Por nosotros y todos los que hoy celebran su onomástico: para que seamos signo de la presencia de Dios para quienes viven cerca de nosotros en medio del mundo. Oremos.
Escucha, Señor,
nuestra oración.

Celebrante:
Padre bueno y Dios eterno, escucha las oraciones de tu pueblo que espera con confianza tu ayuda; danos tu gracia y tu verdad para que nunca nos apartemos de Ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Haz, Señor, que tus ángeles lleven ante ti los dones que te presentamos y que este sacrificio sea para todos los hombres fuente de vida y salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Ángeles
Venerar a los ángeles es
glorificar a Dios.
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabarte, celebrando a tus ángeles y arcángeles, ya que el honor que tributamos a los que te fueron fieles, redunda en tu gloria y proclama tu grandeza; pues, si es digna de admiración la creatura angélica, lo es inmensamente más aquel que la creó. Por Cristo nuestro Señor.
Por él, adoran tu majestad todos los ángeles, y nosotros, a una con ellos, te adoramos
llenos de júbilo, diciendo:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Te damos gracias de todo corazón, porque cuando te invocamos, Señor, nos escuchaste. En presencia de los ángeles cantaremos, Dios nuestro, tus alabanzas.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que nos fortalezca, Señor, el pan celestial con que nos has alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la salvación bajo la fiel custodia de los ángeles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

No hay comentarios: