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lunes, 10 de octubre de 2011

Evangelio del Martes XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 11 de octubre, 2011

Evangelio del Martes XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 11 de octubre, 2011
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 37-41)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad.
¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
Estas palabras de Jesús contra los fariseos y los maestros de la ley responden a la acusación que le hacen por no observar las prescripciones sobre las purificaciones que había que hacer antes de empezar a comer.
Para este hombre que le invita a comer a él y a su grupo queda claro lo que Jesús le dice. La ley mata, la ley aleja de la probabilidad de la acción de Dios en el corazón. No basta sólo con preocuparse por la pureza exterior, sino que hay que tener en cuenta la pureza moral, afanarse por cuidar el interior. Los fariseos están obrando como insensatos, no reconocen a Dios y lo descuidan.
Hoy el texto nos invita a esto, a infringir las leyes que, con apariencia de “leyes divinas”, sólo logran deshumanizarnos y nos deforman la conciencia, en relación a nosotros mismos, y por tanto también en relación a nuestros semejantes y a Dios. Arriesguémonos a vivir la Palabra desde el amor. Dios nos quiere con un corazón puro; y éste se purifica desde la práctica del amor fraterno.
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús

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