Evangelio del Miércoles XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 12 de octubre, 2011
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 42-46)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello.
¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!”
Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo:
“Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros”.
Entonces Jesús le respondió:
“¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del
dedo!”
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Como continuación del texto de ayer, las críticas que Jesús hace tenían mucha vigencia en tiempos de Lucas, pues algunos cristianos podrían sentirse atraídos por este ritualismo farisaico.
Los fariseos, por cumplir el pago del diezmo, olvidan cumplir lo principal, el amor y la justicia: amor que es justicia y justicia que se cumple desde la práctica del amor.
Jesús reprocha la tonta vanidad de los líderes religiosos por su deseo de ocupar los “primeros puestos”, de estar siempre delante, de ocupar el primer plano para sí mismos y el segundo para los demás.
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