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lunes, 10 de octubre de 2011

Ordinario de la Misa: Lunes XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 10 de Octubre, 2011

Ordinario de la Misa: Lunes XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 10 de Octubre, 2011
Señor Dios, tú eres mi auxilio
Feria de la 28a. semana del Tiempo Ordinario
Cantemos al Señor un canto Nuevo
Antífona de Entrada
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofreceré de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
Oración Colecta
Oremos:
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia para que, llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los romanos (1, 1-7)
Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio, que, anunciado de antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre, del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de entre los muertos.
Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe para gloria de su nombre. Entre ellos, se cuentan también ustedes, llamados a pertenecer a CristoJesús.
A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a la santidad, les deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 97
Cantemos al Señor
un canto nuevo.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
Cantemos al Señor
un canto nuevo.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Cantemos al Señor
un canto nuevo.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
Cantemos al Señor
un canto nuevo.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (11, 29-32)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
A diferencia del texto paralelo de Mateo, Lucas no apunta a la resurrección de Jesús, aludida en los tres días que permaneció Jonás dentro del pez, sino que se fija más bien en la predicación y la sabiduría de Jesús. Ése es el signo que Dios da a aquella generación que buscaba la presencia de Dios sólo en lo maravilloso. Jesús ha venido a anunciar la conversión, no sólo de los judíos, sino también de los paganos, ofreciendo a todos el perdón universal de Dios. Los contemporáneos de Jesús están con el corazón endurecido, contra la llamada de Dios a la conversión, por lo tanto solo les da una señal que los ha de condenar al juicio final, como dice Pablo es el mismo Jesús que obra con el poder de Dios que les puede conducir a la fe.
Este es el verdadero signo de Jesús, el amor hasta la muerte, para otorgar el perdón a todos, incluyendo a los enemigos. ¿Aceptamos este signo en nuestros tiempos?

Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza, acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio Común III
Alabanza a Dios por la creación
y la redención del hombre
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por medio de tu amado Hijo, eres el creador del género humano, y también el autor bondadoso de la nueva creación. Por eso, con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos, y unánimes te bendicen tus santos.
Con ellos, también nosotros, a una con los ángeles, cantamos tu gloria gozosos diciendo:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Para perpetuar su amor, el Señor nos ha dejado el memorial de sus prodigios, y ha dado a sus amigos el signo de un banquete que les recuerde para siempre su alianza.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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