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martes, 11 de octubre de 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 12 de Octubre, 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles XXVIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 12 de Octubre, 2011
Dios mío, ven en mi ayuda
Feria de la 28a. semana del Tiempo Ordinario
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor
Antífona de Entrada
Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú que eres nuestro creador y quien amorosamente dispone toda nuestra vida, renuévanos conforme a la imagen de tu Hijo y ayúdanos
a conservar siempre tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los romanos
(2, 1-11)
No tienes disculpa tú, quienquiera que seas, que te constituyes en juez de los demás, pues al condenarlos, te condenas a ti mismo, ya que tú haces las mismas cosas que condenas; y ya sabemos que Dios condena justamente a los que hacen tales cosas.
Tú, que condenas a los que hacen las mismas cosas que haces tú, ¿piensas que vas a escapar del juicio de Dios? ¿Por qué desprecias la bondad inagotable de Dios, su paciencia y su comprensión, y no te das cuenta de que esa misma bondad es la que te impulsa al arrepentimiento?
Pues por la dureza de tu corazón empedernido, vas acumulando castigos para el día del castigo, en el que Dios se manifestará como justo juez y pagará a cada uno según sus obras. A los que buscaron la gloria y el honor que no se acaban, y perseveraron en hacer el bien, les dará la vida eterna; en cambio, a los que por egoísmo se rebelaron contra la verdad y cometieron injusticias, les dará
un castigo terrible.
Todo aquel que haga el mal, el judío primeramente, pero también el no judío, tendrá tribulación y angustia; en cambio, todo aquel que haga el bien, el judío primeramente, pero también el no judío, tendrá gloria, honor y paz, porque en Dios no hay favoritismos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 61
Sólo en Dios
he puesto mi confianza.
Sólo en Dios he puesto mi confianza, porque de él vendrá el bien que espero. El es mi refugio y mi defensa, ya nada me inquietará.
Sólo en Dios
he puesto mi confianza.
Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor: es mi baluarte y firmeza, es mi Dios y salvador.
Sólo en Dios
he puesto mi confianza.
De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme y mi refugio. Confía siempre en él, pueblo mío, y desahoga tu corazón en su presencia, porque sólo en Dios está nuestro refugio.
Sólo en Dios
he puesto mi confianza.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (11, 42-46)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello.
¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!”
Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo:
“Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros”.
Entonces Jesús le respondió:
“¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del
dedo!”
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:

Como continuación del texto de ayer, las críticas que Jesús hace tenían mucha vigencia en tiempos de Lucas, pues algunos cristianos podrían sentirse atraídos por este ritualismo farisaico.
Los fariseos, por cumplir el pago del diezmo, olvidan cumplir lo principal, el amor y la justicia: amor que es justicia y justicia que se cumple desde la práctica del amor.
Jesús reprocha la tonta vanidad de los líderes religiosos por su deseo de ocupar los “primeros puestos”, de estar siempre delante, de ocupar el primer plano para sí mismos y el segundo para los demás.
Con tanto precepto inventado, hacen cargar sobre las espaldas de los fieles cargas insoportables, mientras que ellos “ni siquiera mueven un dedo para llevarlas”.
Condenar a otros es cuestionarnos a nosotros mismos. Gloria y paz para los que hacen el bien, pues para Dios no hay favoritismos. No es Dios quien aleja al ser humano, sino es el ser humano quien se aleja de Dios.

Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, estos dones y por medio del sacrificio de tu Hijo, transforma toda nuestra vida en una continua ofrenda.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común V
Proclamación del misterio de
Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Nos has enviado, Señor, un pan del cielo que encierra en sí toda delicia y satisface todos los gustos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Protege, Señor, continuamente a quienes renuevas y fortaleces con esta Eucaristía y hazlos dignos de alcanzar la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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