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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Ordinario de la Misa: Jueves XXV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 22 de Septiembre, 2011

Ordinario de la Misa: Jueves XXV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 22 de Septiembre, 2011
El Señor es amigo de su pueblo
Feria de la 25a. semana del Tiempo Ordinario
Yo soy el camino, la verdad y la vida
Antífona de Entrada
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
Oración Colecta
Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Ageo (1, 1-8)
El día primero del mes sexto del año segundo del rey Darío, la palabra del Señor se dirigió, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote, y les dijo: “Esto dice el Señor de los ejércitos:
‘Este pueblo mío anda diciendo que todavía no ha llegado el momento de reconstruir el templo’ ”.
La palabra del Señor llegó por medio del profeta Ageo y dijo: “¿De modo que es tiempo de vivir en casas con paredes revestidas de cedro, mientras que mi casa está en ruinas? Pues ahora, dice el Señor de los ejércitos, reflexionen sobre su situación:
han sembrado mucho, pero cosechado poco; han comido, pero siguen con hambre; han bebido, pero siguen con sed; se han vestido, pero siguen con frío, y los que trabajaron a sueldo echaron su salario en una bolsa rota”. Esto dice el Señor de los ejércitos:
“Reflexionen, pues, sobre su situación. Suban al monte, traigan madera y construyan el templo, para que pueda yo estar satisfecho y mostrar en él mi gloria, dice el Señor”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 149
El Señor es amigo
de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo. En su creador y rey, en el Señor, alégrese Israel, su pueblo santo.
El Señor es amigo
de su pueblo.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes.
El Señor es amigo
de su pueblo.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, pues en esto su pueblo se complace.
El Señor es amigo
de su pueblo.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (9, 7-9)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía:
“A Juan yo lo mandé decapitar.
¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?” Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
Antes de este pasaje encontramos los siguientes acontecimientos, que nombraremos a modo de titulares: la tempestad calmada, el endemoniado de Gerasa, la curación de la hemorroisa. Todos ellos dan cuenta de las acciones del Reino, que son contrarias a las políticas del Imperio Romano, representado por Herodes, símbolo de la muerte, de la corrupción y de la injusticia -como en todo imperio.
El capítulo 9 se abre con el envío de los doce, investidos con la autoridad y poder que Jesús ha ido mostrando a lo largo del camino. Es el pueblo quien legitima la autoridad de Jesús, en contraposición al poder del tetrarca Herodes, que se impone al pueblo a la fuerza; con ese poder ellos harán frente al Imperio, que tiene capacidad para asesinar.
Herodes, al igual que muchos otros, ha oído hablar de Jesús; pero esta escucha es diferente a la de los discípulos; es meramente informativa y especulativa, de carácter de espionaje, pues los milagros de Jesús recuerdan a Juan Bautista y a Elías; el primero, muerto a manos del mismo Herodes.

Oración sobre las Ofrendas
Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones a fin de que te dignes purificarnos por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común V
Proclamación del misterio de
Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Padre santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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